La psoriasis es una enfermedad inflamatoria
crónica que afecta la piel, no es transmisible y, a pesar de que no tiene cura,
utilizando medicamentos adecuados puede sobrellevarse sin mayores problemas. Se
estima que afecta a más de 125 millones de personas
en todo el mundo.
Este
padecimiento se caracteriza por la aparición de placas rojas y escamosas principalmente
en los codos, rodillas y cuero cabelludo. Los pacientes experimentan picazón,
ardor y hasta sangrado.
Afecta a mujeres y
hombres y aunque se presenta entre los 15 y 35 años, también afecta a personas
de otras edades.
Un
alto porcentaje de quienes padecen de esta condición considera que esta tiene
un impacto en su vida emocional, social, familiar y profesional. Cuando no se
controla a tiempo, las repercusiones físicas, psicológicas y emocionales pueden
interferir en las actividades diarias, lo que se conoce como impacto
acumulativo de la psoriasis.
Según
el doctor Benjamín Hidalgo, “con
los avances de la investigación actualmente en curso, los objetivos del
tratamiento en los pacientes pueden ser más ambiciosos, elevando el estándar de
cuidado y logrando que se aclare la piel, lo que puede representar una mejora
del 90 al 100% en los síntomas y la gravedad de esta enfermedad”.
En
Guatemala se comercializa Risankizumab, de la biofarmacéutica AbbVie, el cual ha
demostrado su eficacia para el tratamiento de la psoriasis moderada a severa
en adultos que sean candidatos a utilizar este producto. Según varios estudios
clínicos, su uso ha permitido altas tasas de aclaramiento completo de la piel
en 16 semanas.
Risankizumab
se administra de manera simple y segura mediante inyección subcutánea en la
semanas 1, 4 y cada 12 semanas a partir del inicio del tratamiento.
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