El área inmobiliaria es considerada como uno de los pilares de la
economía nacional. Aun así, esta fue una de las más afectadas durante el momentáneo cierre de
actividades a nivel nacional. Según el Banguat, se reportó una caída del 6.1%, cuando las proyecciones
eran de un desarrollo de por lo menos un 4%, por la cantidad y calidad de las edificaciones programadas
para dar inicio. Afortunadamente, la reapertura progresiva y el interés en la compra para inversión
propulsó un alza que se prevé seguirá en 2021. “La atención del comprador hacia nuevos sectores y la
inversión de desarrolladores en nuevas áreas sirvió para que las puertas se abrieran y se logrará una
inclinación favorable hacia los objetivos del sector”, indicó Gastón Machado, Gerente de Desarrollos
Inmobiliarios Izabal.
En este sentido, el sector prevé un incremento de por lo menos el 7% en el mercado y una aportación
del 4.4% al PIB nacional, al momento de realizar el corte final anual. Uno de los elementos que
contribuye con dicha tendencia positiva es el incremento en la preventa de proyectos que ya contaba
con licencias aprobadas para empezar actividades. Si bien es cierto que la inestabilidad traída por el
COVID-19introdujo retrasos en procesos administrativos, es importante, tanto para el desarrollo social
como para la economía, que estos no queden estancados y se promueva agilidad en las aprobaciones s
egún lo que dicta la ley.
En 2021 se está experimentando un aumento de proyectos, lo que demuestra un porvenir esperanzador
para edificaciones en curso y a futuro. El poder seguir adelante con los diferentes proyectos propuestos
significaría un avance no solo para los desarrolladores, sino también recuperación para trabajadores.
Ahora más que nunca es oportuno que el sector privado pueda unirse a los esfuerzos para la generación
de nuevos puestos de trabajo y así impulsar el desarrollo económico. Sin embargo, esto solo puede
darse si el gobierno aporta un manejo eficaz de tiempos en lo referente a las licencias y procesos.
“El empleo ofrecido por el sector de la construcción impacta también en la la estabilización de diferentes
mercados afectados por la pandemia. Con proyectos como Torre Manatí en Izabal y otros que se
encuentran en proceso de construcción en regiones del interior, creemos que se podrán ofrecer
importantes ofertas laborales y de desarrollo social que promoverán la reactivación de las
microeconomías locales. Sin embargo, para materializar los beneficios, instamos a las autoridades a
agilizar los trámites de licencias acordes a la ley para la pronta continuación de las planificaciones
planteadas”, finaliza Machado.
Publicar un comentario